Así comenzó todo en el 2013

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10.000 Razones

¿Alguna vez se ha puesto a analizar cuál es la cualidad del carácter humano que revela con claridad el corazón de una persona y su salud espiritual? Es decir, ¿qué determina verdaderamente lo que es una persona? ¿Será el amor? ¿La integridad? ¿La amabilidad? ¿Su gentileza y compasión? ¿Será acaso la disponibilidad para ayudar o servir a otros? Las opiniones, sin lugar a dudas, difieren mucho.​

Una vez leí un artículo titulado “¿Quién da gracias realmente?”. El autor dijo: “Creo que no existe otra cualidad en el hombre que pueda revelar más adecuadamente el estado de su salud moral y espiritual que su capacidad de dar gracias”. ¡Hum! Yo no estoy totalmente de acuerdo con el autor; creo que es algo integral que implica, además, la práctica de las cualidades que mencioné anteriormente. Pero ya que hablamos de la gratitud, es una muy buena oportunidad para reflexionar al respecto. Pues, después de todo, las Escrituras hacen hincapié en la importancia de alabar a Dios por su bondad y misericordia. El apóstol Pablo puso mucho énfasis en que nosotros, como cristianos, debemos siempre dar “…gracias por todo al Dios y Padre, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo” (Efesios 5:20). A la luz de todo esto, es necesario que, intencional y constantemente, invirtamos tiempo a nivel individual y congregacional para recordar las bendiciones y las más de diez mil razones que tenemos para ser verdaderamente agradecidos con Dios. Recomiendo que empecemos con el perdón, la salvación que Dios nos ha dado, su constante protección, su fiel provisión, su permanente presencia en nuestra vida, por esta su iglesia, el pastor y su familia, los hermanos, el compañerismo, las instalaciones que actualmente se tienen y el futuro… ¡sí!, un futuro que Él mismo tiene ya bajo control.

Oh, mis amados hermanos, recordar intencional y constantemente lo que el Señor ha hecho por nosotros es algo que aumentará nuestra fe y nos ayudará a gozar de una buena salud espiritual, orientados hacia la voluntad de Dios y enfocados en un estilo de vida cristocéntrico.

Mi querida IBB Tres Ríos, en su décimo aniversario, sin lugar a dudas, tienen más de diez mil razones para alabar y agradecer a Dios, anhelando y trabajando por el futuro promisorio de su congregación. Esperando “incontables razones para adorar, alabar y agradecer a Dios”. Yo, como su misionero, doy gracias a Dios por su pastor y cada uno de ustedes. Les agradezco por su ejemplo, por poseer un dulce espíritu y una actitud positiva, por su entrega y esfuerzo, su amor y compañerismo, por su enfoque, determinación y fidelidad, por su gratitud manifestada en todo lo que hacen para el Señor. ¡Felicidades!, ¡firmes y adelante! Apenitas están empezando